Hace muchos años había conocido este graffitti y cuando debo ir a ensayar a la Dirección Nacional de Música, bah, edificio antiguo de lo que era la Biblioteca Nacional en México 564, a veces paso por Chacabuco al 500 donde me reencontré con Tita Merello. Debo confesar que esperaba -quizá por prejuzgar- que estuviera en peor estado del que lo encontré, sólo se le borraron algunos acordes... probablemente de una inolvidable canción... Nada hace que nos olvidemos de Tita...
Nuevamente debo confesar que -gracias a la inseguridad con la que vivimos- lo que más me acompaña es el celular, al fin y al cabo es el que me permite de un modo más o menos decente de congelar estos lugares. Se defiende, verdad?
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