viernes, 25 de septiembre de 2015
miércoles, 23 de septiembre de 2015
domingo, 20 de septiembre de 2015
“Lo que se aprende en un coro no se aprende en ningún sitio”
Music in your hands
“Lo que se aprende en un coro no se aprende en ningún sitio”
Nacido en Sevilla (España) en
el año 1954. Antonio Martínez Oliva es el director desde septiembre de
1985 de uno de los coros con más prestigio de la capital andaluza, el coro del Ateneo.
También desde 1991 se dedica a la docencia. Gracias a él, el
conservatorio elemental de Triana cuenta con una orquesta fundada en el
curso 1995/1996, que sigue en pie en la actualidad con gran éxito.
Pregunta.- De pequeño, ¿qué quería ser?
Respuesta.- Cuando tenía once
años quería ser ingeniero industrial, con lo complicado y duro qué es.
Más adelante, a los catorce años me interesé por la música. Pregunté
dónde estaba el conservatorio que por aquella época era una cosa que
estaba lejísimo, no es como ahora que hay tantas posibilidades. Y por
otro lado me gustaba la médicina. Así que decidí empezar las dos
carreras a la vez, música y medicina. Dejé la música por un tiempo para
poder acabar medicina, y luego la retomé y acabe también la carrera de
música. Y aquí estoy.
P.- ¿Cómo y por qué tomó la decisión de dejar la medicina?
R.- Eso es algo que ahora se
dice en un momento pero que en su momento me costó pensarlo mucho. Le di
muchas vueltas a la cabeza y madure mucho la decisión. Pero por aquel
entonces la medicina tampoco estaba demasiado bien de trabajo, de hecho
yo estuve en la bolsa de trabajo de Sevilla, y en los ocho o nueve meses
que estuve, no conseguí ningún empleo. Entonces me fui a Huelva y
empecé a trabajar como médico en verano, pero solo era un trabajo para
verano. Y entre eso y la pasión que sentía por la música, al final me
decanté por ella.
P.- ¿Cuándo entró la música en su vida?
R.- Eso lo sentí yo desde muy
pequeño, recuerdo que mis padres cuando yo tenía unos cinco años me
pusieron un CD de Strauss y me encantó. Después con diez años entré en
la escolanía del colegio y descubrí que cantar me gustaba muchísimo. Así
que con catorce años hicimos un grupo en el colegio donde cantábamos
con la guitarra en las misas. Yo siempre he estado muy cerca de la
música, y la música muy cerca de mí. A los dieciocho años me matriculé
por primera vez en un conservatorio.
P.- ¿Dónde estudió?
R.- Pues he estudiado en el conservatorio de la calle Jesús del Gran Poder, cuando por supuesto aun no estaba dividido. Se llamaba Conservatorio Superior de Música de Sevilla, y era el único que había.
P.- ¿Cuál es su instrumento preferido?
R.- La voz, indudablemente la
voz. Hay muchos que me gustan y me hubiese gustado haber tocado alguno
con más agilidad. Por ejemplo me hubiese gustado tocar el piano mejor de
lo que lo toco, y me hubiese encantado tocar el violonchelo. Esos son
los instrumentos que me llaman más la atención.
P.- ¿Cómo empezó su carrera?
R.- Mi carrera como director
empieza desde muy joven, siempre he tenido esa facilidad. En mi colegio
en los grupos que he mencionado anteriormente de misa de juventud, yo
era el que sacaba los acordes de la guitarra, las voces, el
acompañamiento…Luego, estando en el coro de la universidad, con
dieciocho años aprendí más sobre la música clásica, el propio director
del coro, Luis Izquierdo,
contaba conmigo para muchas cosas. De hecho incluso una vez que se
ausentó, me pidió a mí que lo sustituyera, y allí me vi yo enfrente del
coro y del organista y descubrí que tenía facilidad para hacerlo.
Muchos chicos del coro me pidieron que formase mi propio coro, y a veces
hacíamos un grupito y nos divertíamos en casa ensayando, cantando
villancicos. Más adelante entré en el coro del Ateneo
por mediación de Fernando España, que dejaba el coro y me invitó a
tomarlo y a partir de ahí aprender y aprender. He hecho cursos, he
observado siempre muchísimo y sigo aprendiendo día a día. También la
orquesta del conservatorio me sirve para mi aprendizaje. No quiero pecar
de petulante, pero siempre he tenido facilidad para unir las voces o
los instrumentos. Aunque yo también tengo mis limitaciones como es
natural y se hasta donde puedo llegar.
P.- ¿Quién diría que fue su mentor?
R.- Aprendí mucho con Luis
Izquierdo, fue el primer director que conocí, estuve con él en el coro
de la universidad y aprendí muchísimas cosas. Pero ya te digo que yo a
lo largo de mi vida he aprendido mucho observando. Tuve la suerte de que
en la época del coro de la universidad, existía la Orquesta Bética
y daba conciertos con regularidad. Los miembros del coro de la
universidad teníamos un pase para ver los conciertos, financiado por la Caja San Fernando,
tuve el privilegio de asistir todas las semanas a conciertos y eso me
enriqueció muchísimo. Me fijaba en los instrumentos, las diferentes
voces, cuando entraba cada uno, y sobre todo en los diferentes
directores.
Aunque puedo decir que Luis Izquierdo,
quizás por ser el primero es mi mentor, he aprendido de mucha gente,
también aprendí mucho de Fernando España y no se…aprendo de todo el
mundo que puedo sacar algo positivo, incluso de lo negativo para
procurar no hacerlo
P.- ¿Le gusta la docencia?
R.- La docencia me gusta
muchísimo, lo que ocurre es que cada vez los alumnos estudian menos. Los
alumnos tendrían que estudiar más y tener otra aptitud. No se como
podría organizarse esto, pero se necesita un cambio de planteamiento.
Pero vamos, enseñar me gusta mucho sobre todo cuando hay alumnos
verdaderamente interesados. Tengo mucha experiencia, muchas cosas que
enseñar y contar, y cuando ves que hay gente que te escucha te satisface
explicarle cosas que le puedan servir para su baraje cultural. Se
dediquen o no a la música.
P.- ¿Cómo compagina la docencia con la dirección?
R.- En cuanto a la dirección
estoy ahora mismo con el coro del Ateneo, que lo dirijo dos tardes a la
semana. Lunes y jueves después de las clases en el conservatorio. Me
gustaría mucho más poder dar clases por la mañana porque así tendría un
respiro después de comer para descansar. Pero bueno los conservatorios
tienen que estar por la tarde ya que los chicos tienen el cole por la
mañana.
P.- ¿Desde cuando dirige el coro del Ateneo?
R.- Desde el año 85, hace ya
mucho tiempo, el curso 2010/2011 me hicieron un homenaje bastante
emotivo, que fue para mí una satisfacción muy grande. Este es el curso
27 que llevo ya con ellos y parece ayer cuando empecé.
P.- ¿Por qué se hizo cargo de ese proyecto?
R.- Como te he comentado antes,
muchos compañeros del coro de la universidad me decían que formásemos
un coro, y mi respuesta siempre era la misma, todavía tengo que aprender
y prepararme. Entonces cuando Fernando España me comentó que quería
dejar el coro y me ofreció ocupar su puesto, sentí que era el momento
oportuno, había tenido varios años de formación y me pareció que podría
llevarlo a cabo. Y fíjate ya han pasado 27 años y la gente sigue está
contenta
P.- ¿Cuáles han sido los momento mas significativos durante si dirección?
R.- Evidentemente te diría que
el primer concierto es un momento muy importante. Por supuesto cada
concierto para mí es un momento agradable, un momento de disfrute
escuchando a las voces, dirigiendo…Luego hay momentos especiales, más
significativos como por ejemplo en el 97 que hicimos el Réquiem de Fauré con la orquesta y para mí fue un momento inmemorable. O en Marchena en el año 2000 que recuperamos el Miserere de Eslava…
P.-En casi ningún conservatorio elemental hay orquesta, ¿cómo surgió en el conservatorio de Triana? ¿Fue idea de usted?
R.- Surgió la idea precisamente
un año que yo no estaba, porque la orquesta la fundó una chica que se
llama Judith Gutiérrez que aprobó las oposiciones en la misma promoción
que yo. Yo estuve dos años fuera de aquí, el primero con las prácticas
en Huelva y el segundo trabajando en el que entonces era el
conservatorio superior. Cuando vine la orquesta llevaba un año en
funcionamiento, entonces me la ofrecieron a mí y desde entonces la
dirijo.
P.- ¿Cree que es bueno para el futuro de los pequeños?
R.- Sí, muy buena. En la
orquesta los alumnos se acostumbran a varias cosas. En primer lugar, a
una disciplina de trabajo, van viendo como funcionan el resto de los
instrumentos, como suenan, en que momentos tocan o no…todas esas cosas
son muy importantes. También se acostumbran a seguir a un director, no
solo a seguir la mano, sino también matices, picados, legatos…Los
chavales que están en la orquesta cuando llegan a grado medio lo
agradecen, más de uno me lo han comentado, llegan allí y tienen ya
experiencia. A parte muchos de ellos empiezan a trabajar más cuando
entran en la orquesta, se animan, se crecen, se divierten.
P.- ¿Qué prefiere la dirección o la docencia?
R.- Creo que con la dirección,
la docencia me gusta mucho. Pero la dirección es muy agradable. Si te
gusta y tienes un buen grupo que manejar, la experiencia es maravillosa.
P.- ¿Qué prefiere dirigir un coro o una orquesta?
R.- Dirigir un coro, me gusta
mucho dirigir orquestas también. Pero he tenido más contacto con la
dirección de coros, además me fascina la música de coro. El coro tiene
dos facetas que considero muy importantes, una es la letra, un coro por
el simple hecho de cantar ya tiene que utilizar la palabra, el texto.
Cuando se está cantando se pueden decir muchas cosas. Y la segunda cosa
que creo que tiene un coro que no tiene una orquesta, es el deseo
continuo de cantar siempre, sobre todo gratuitamente cuando no hay
dinero. Un coro siempre está dispuesto ha hacer música, encontrar una
orquesta ya cuesta más trabajo.
P.- ¿Qué compositor le llena más?
R.- Hay muchos, cada uno llena una parte de mi alma. Mozart me gusta mucho, su música es alegre y divertida; la música de Bach es auténtica arquitectura, vas viendo como se va formando ese edificio sonoro; Mendelssonh me encanta, la dulzura que tiene en su música; Stravinsky, Poulenc…hay muchos músicos. Y Beethoven también me gusta, aunque no me gusta todo.
P.- ¿Qué país considera que es actualmente el “top” de la música?
R.- De la música clásica yo te
diría centro Europa, no te voy a hablar de un país porque en realidad
hay muchos: Alemania, Austria, Inglaterra…y España también ha avanzado
mucho, tiene muy buenas orquestas.
P.- ¿Cree que España enfoca bien los estudios musicales?
R.- No, rotundamente no. Porque
España tiene, desde mi punto de vista, un defecto gordo, y es que las
administraciones públicas no se dejan aconsejar por los que tenemos
experiencia musical.
P.- ¿Qué soluciones propondría?
R.- La primera solución que
propondría es que los alumnos que van al conservatorio pudieran
dedicarle más tiempo a la música porque le quitarán tiempo de los
estudios primarios. En la LOGSE
estaban previstos unos centros que se llamaban centros integrados,
estaban pensados para que los niños dieran por la mañana matemáticas,
lengua, solfeo y su instrumento, teniendo las tardes libres para
estudiar. En segundo lugar, no cerrar nunca la puerta a un niño por
pasarse un año de la edad correspondiente.
P.- ¿Qué consejo daría a los jóvenes que aun están formándose?
R.- Le daría varios consejos.
Lo primero es que si aman la música, que la amen de verdad, que se
entreguen de verdad. La música es como un amigo mientras más la tratas
más confianza tienes con ella. En segundo lugar, que pertenezcan a una
agrupación musical, si entran en un coro mejor. Lo que se aprende en un
coro no se aprende en ningún lado. Es muy importante cantar en un coro.
También tener otro tipo de agrupaciones de cámara, orquesta…En tercer
lugar, escuchar muchísima música, escuchando es como más se aprende, ir a
conciertos de todo tipo. Y por último, leer todo tipo de libros sobre
música. Conocer la historia de la música es fundamental, mientras más se
conoce, mejor se toca.
FUENTES:Texto: declaraciones de Antonio Martínez Oliva
Fotos: elaboración propia subidas a mi cuenta de Flickr.
Vídeo: extraído de Youtube– Usuario: grupomusicarte
Galería: propia subida a mi cuenta de Flickr.
viernes, 11 de septiembre de 2015
Coro Polifónico Nacional (foto institucional en la sala "La Ballena Azul" en el Centro Cultural Kirchner)
Concierto en la sala "La Ballena Azul" en el Centro Cultural Kirchner, Director invitado: Mtro. Ariel Alonso
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