Las emociones prohibidas por la familia se reprimen, y se expresan con reacciones que las reemplazan y que sí están aceptadas en el árbol genealógico. Jean Monbourquette lo expresa así:
-La prohibición de la tristeza de la pena o el sufrimiento, se transforma en falso consuelo hacia los demás, en agresividad, en hiperactividad y en somatización.
-La prohibición de la ira se transforma en tristeza y sentimiento de culpabilidad que puede hacerse permanente.
-La prohibición de la culpabilidad se transforma en una tendencia a acusar compulsivamente a los demás.
-La prohibición de la alegría y la risa se transforma en culpabilidad y autocastigo repetitivo.
-La prohibición de la debilidad y la depresión se transforma en aire de grandeza y complejo de superioridad.
-La prohibición de la fuerza se transforma en la tendencia a mostrarse débil y dependiente, a sentirse triste y a somatizar los problemas.
Alejandro Jodorowsky, "cuando alguien comete un error y luego toma conciencia, se enriquece con ella. Jamás es demasiado tarde para reparar, porque lo que no hemos hecho por los nuestros, lo haremos por los otros. Y lo que hacemos por los otros lo hacemos por los nuestros".
Fotografía: Ruadh DeLone
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