Quién mantiene sometido y atrapado al otro dice: “Ya que en la pareja uno tiene que dirigir voy a ser yo el que lo haga. Con mis padres nunca pude opinar, satisfacer mis gustos ni desobedecer. Ahora que te he encontrado a ti, débil y cobarde, aprovecharé para tratarte como ellos hicieron conmigo". El dominado y el dominador a veces intercambian los papeles por miedo a la separación. Si en la pareja una de las partes se sacrifica, no es una pareja de verdad.
En el terreno emocional: Reconoceremos que no todos amamos de la misma manera. No nos someteremos a la tortura de querernos unir de un modo que no sea el nuestro. Nos amaremos como podamos amarnos, sin tratar de ser espejo, sin aspirar a una quimérica fusión, sin desear serlo todo el uno para el otro. NO nos encerraremos en una relación exclusiva, sino que iremos agregando a nuestro cariño el cariño por nuestros hijos, por nuestros parientes, por nuestros amigos, por aquellos a los que admiramos, por la humanidad entera, por todos los seres inanimados o vivientes. Reconoceremos que el amor no es la búsqueda de la igualdad sino de la diferencia complementaria. NO seremos dueños ni propiedad el uno del otro, nos ataremos con nudos que siempre sabremos deshacer, nos ayudaremos a conservar en lo más profundo de nuestro ser un área privada, nos protegeremos mutuamente pero sin privarnos nunca de nuestra libertad. Caminaremos juntos bendiciendo cada uno de nuestros pasos, pero si nuestros caminos se separan, lo aceptaremos deseando lo mejor para el otro en su nueva vida.
En el ego libidinal está la lucha por la identidad sexual
En el ego libidinal está la lucha por la identidad sexual
Interesantísimos comentarios. Invito a leerlos porque nos ayudarán a poder mantener y tener vínculos más sanos, más adecuados y enriquecedores, para nosotros, para los otros.
“En ninguna parte soy algo de alguien, y en ninguna parte hay algo que sea mío.”
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